Un 7 de Junio de 1.947  Alois Knapps y Francisco Knapps, alquilaban el ya conocido Bar San Roque que data de comienzos de siglo.

 

En aquel entonces las calles Pte. Eligio Ayala y Tacuary eran empedradas y circulaban antiguos tranvías, los hoy desaparecidos colectivos mixtos, las vendedoras de verduras montadas sobre burritos y el aguatero que abastecía diariamente al vecindario, pues el agua corriente era solo un sueño.

 

En este escenario el Bar San Roque contaba además de su salón de atención al cliente con una mesa de billar y en su patio interior, a la noche y al aire libre, se proyectaban películas de la época.

 

Alrededor de sus mesas a lo largo de sus mas de 114 años de existencia se han sentado personajes de todo tipo, jefes de Estado, prominentes científicos, escritores y artistas, políticos y empresarios, diplomáticos, parejas de enamorados, sacerdotes, camioneros, así como numerosas familias y turistas de todo el mundo en una colorida amalgama de edades, credos, profesiones, ideologías y niveles económicos.